La escritura de la Biblia fue un proceso dilatado y continuo que abarcó varios siglos y tuvo múltiples autores. A lo prolongado de la historia, diferentes escritores y profetas fueron inspirados por Dios para plasmar sus revelaciones en escritos sagrados. El Concilio Vaticano II lo dice claramente: "Jehová acento https://erichj268cin8.blogitright.com/profile